Desde estas líneas queremos manifestar nuestro incondicional apoyo y solidaridad con los cofrades de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Penas en el Abandono de sus Discípulos y María Santísima del Rosario del Mar, tras los lamentables sucesos acaecidos en su capilla del Real Hospital de Santa María Magdalena. Hechos así deben hacernos reflexionar sobre el papel de las Hermandades en la sociedad actual y el gran trabajo que, como creyentes, nos queda por hacer. Esperamos el pronto regreso al culto de la venerada imagen de Jesús de las Penas y que hechos así no vuelvan a ocurrir nunca más.
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