Dios te salve señora, Consuelo del que te implora



Hoy nace una clara estrella,
tan divina y celestial,
que, con ser estrella, es tal,
que el mismo sol nace de ella.

De Ana y de Joaquín, oriente
de aquella estrella divina,
sale luz clara y digna
de ser pura eternamente;


el alba más clara y bella
no le puede ser igual,
que, con ser estrella, es tal,
que el mismo Sol nace de ella.


No le iguala lumbre alguna
de cuantas bordan el cielo,
porque es el humilde suelo
de sus pies la blanca luna:


nace en el suelo tan bella
y con luz tan celestial,
que, con ser estrella, es tal,
que el mismo Sol nace de ella.

Dios te salve Señora, espejo de justicia, rosa sin espinas, consuelo del que te implora. Eres la Estrella de la mañana que nunca atardece. Eres purísima porque en ti no hubo mancha alguna. Eres el reflejo donde mirarnos.
Madre Celestial, puente que nos conduce a Cristo, reservorio de santidad en tu seno,  fija en nosotros tus amados ojos para que podamos ser servidores humildes y de nuestro Sí con amor al amado.
 
 
Estrofas de la plegaria a María Santísima del Consuelo
Don Miguel Revueltas Enrique
8 de Septiembre de 2011

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