EL JUEVES SANTO EN EL DIARIO DE ALMERIA


Silencio y Consuelo en el Descendimiento

La titular mariana lució una blonda beige tras más de 12 años sin hacerlo La cofradía volvió a recuperar su paso por Hernán Cortés y la Plaza El Monte

Respeto. Esa es la palabra que mejor podría definir el desfile procesional de la Hermandad del Silencio en la noche de ayer. La cofradía salió puntualmente al encuentro de sus fieles y devotos. A las 21:00 horas se abrieron las puertas de San Agustín para que los almerienses contemplasen una de las salidas más complicadas de nuestra Semana Santa. 


La espectacular Cruz de Guía, única en Almería y realizada en los talleres Villarreal cuya base representa el abrazo de San Francisco y los extremos ostentan todos con las cabezas de los evangelistas en el anverso y tetramorfos en el reverso, precedió la salida de la corporación del Jueves Santo. Tras ella el tramo infantil, también conocido como guardería. A continuación desfiló el tramo del misterio. El cuerpo de acólitos escoltó la salida del misterio del Descendimiento. Nuestro Padre Jesús de la Redención, a las órdenes de su capataz Alejandro Suárez auxiliado por Antonio Jesús Gálvez y Antonio Fernández, salió por la siempre complicada puerta de su sede por la altura del paso. La cuadrilla derrochó oficio para realizar esta salida sin complicaciones. Como novedad en el misterio, vimos anoche a los Santos Varones completamente restaurados y con nuevos hábitos y el mantolín bordado en oro sobre terciopelo de María Magdalena. 

Tras el paso de cristo salió el tramo de nazarenos del palio. Los ciriales precedieron la salida de María Santísima del Consuelo que a la voz de Manuel Vicente Barranco y Miguel Ángel Plaza superaron la salida, al igual que el misterio, sin complicaciones. A los sones de la Banda de Música La Mezquita de Alboloduy, el paso de palio se dirigió hacia Alfareros para adentrarse en el centro almeriense. La virgen lució una blonda de color beig, colocada a la perfección por su vestidor Juan Rosales, tras doce años sin portar dicho color. Además, la titular mariana lució la corona de salida restaurada y chapada en oro. También pudieron contemplar todos los almerienses la restauración de la candelería del paso de palio y la nueva parihuela de salida. Como curiosidad, un año más, la Virgen del Consuelo llevó la rosa que el Miércoles Santo portó Nuestra Señora de la Esperanza y que fue regalada por la Cofradía de Estudiantes en la mañana de ayer, en un acto ya tradicional. 

El primero de los tantos momentos mágicos vividos por la cofradía en su desfile fue su paso por la calle de las Cruces o, lo que es lo mismo, el paso por su Casa de Hermandad. El segundo fue, sin duda, el paso por la siempre complicada pero bonita calle de Las Tiendas. Pero, sin duda, el momento más emblemático fue el paso de la corporación por Hernán Pérez, Plaza El Monte, Marín y Jovellanos hasta Lope de Vega, en detrimento de Plaza Flores, Plaza San Pedro y Real hasta Jovellanos que la cofradía tuvo que transitar en los últimos años por las obras municipales en dichas calles, que se prolongaron estos años. 

En la Plaza de la Catedral, la Palomita de San Agustín, como cariñosamente se le conoce, fue recibida con pétalos de flores que fueron lanzados desde el Hotel Catedral al adentrarse en el Cubo. 

El acompañamiento musical corrió a cargo de la Capilla Musical Ntra. Sñra. de la Consolación de Granada, con el misterio, y la Banda de Música de La Mezquita de Alboloduy con el paso de palio. 

En cuanto a la ornamentación florar, fueron flores silvestres las que llevó el Descendimiento y clavel blanco y azahar en el paso del Consuelo. 

Tras pasar por el Santuario de la Patrona y recorrer la Carrera Oficial, la cofradía se dirigió hasta Avenida Pablo Iglesias y adentrarse en Rambla Alfareros para hacer su entrada al templo a las 01:30 horas aproximadamente.




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