Año Jubilar de la Misericordia



Hoy es un día de gozo para la Iglesia universal, se inaugura el año Jubilar de la Misericordia instaurado por el Papa Francisco, que se extenderá hasta Noviembre del próximo año. En la basílica de San Pedro del Vaticano se abrirá la Puerta del Jubileo en la festividad de la Inmaculada Concepción patrona de España, y en el resto del mundo será a partir del día 13 de Diciembre cuando se inicien las actividades de cada diócesis, por lo que os iremos informando debidamente de las que acontezcan en Almería.
A la derecha de nuestra pagina web podréis encontrar durante todo el año un enlace a la web oficial del jubileo para estar al tanto de todo lo que ocurre.

Fragmento de la Homilía del Santo Padre del Viernes 13 de Marzo de 2015:

Queridos hermanos y hermanas, he pensado con frecuencia de qué forma la Iglesia puede hacer más evidente su misión de ser testigo de la misericordia. Es un camino que inicia con una conversión espiritual; y tenemos que recorrer este camino. Por eso he decidido convocar un Jubileo extraordinario que tenga en el centro la misericordia de Dios. Será un Año santo de la misericordia. Lo queremos vivir a la luz de la Palabra del Señor: «Sed misericordiosos como el Padre» (cf. Lc 6, 36). Esto especialmente para los confesores: ¡mucha misericordia!

Este Año santo iniciará con la próxima solemnidad de la Inmaculada Concepción y se concluirá el 20 de noviembre de 2016, domingo de Nuestro Señor Jesucristo Rey del universo y rostro vivo de la misericordia del Padre. Encomiendo la organización de este Jubileo al Consejo pontificio para la promoción de la nueva evangelización, para que pueda animarlo como una nueva etapa del camino de la Iglesia en su misión de llevar a cada persona el Evangelio de la misericordia.

Estoy convencido de que toda la Iglesia, que tiene una gran necesidad de recibir misericordia, porque somos pecadores, podrá encontrar en este Jubileo la alegría para redescubrir y hacer fecunda la misericordia de Dios, con la cual todos estamos llamados a dar consuelo a cada hombre y a cada mujer de nuestro tiempo. No olvidemos que Dios perdona todo, y Dios perdona siempre. No nos cansemos de pedir perdón. Encomendemos desde ahora este Año a la Madre de la misericordia, para que dirija su mirada sobre nosotros y vele sobre nuestro camino: nuestro camino penitencial, nuestro camino con el corazón abierto, durante un año, para recibir la indulgencia de Dios, para recibir la misericordia de Dios.

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