Fue el broche perfecto a un aniversario único, fue el culmen de los anhelos de los hermanos del Silencio en este 75 Aniversario. La tarde del 21 de mayo de 2022, quedará grabada para siempre en nuestros corazones, con la alegría del recuerdo vivido, con los momentos y las estampas grabadas para siempre en nuestro interior, como motor del camino que emprendemos al centenario de nuestra Hermandad.
Pasadas las cinco de la tarde, la Catedral de Almería atraía las miradas de la Almería Cofrade, cuando los hermanos empezaban a llegar para preparar el cortejo, emocionados y ataviados con sus mejores galas, un nutrido grupo de hermanas con mantilla negra, los costaleros con una uniformidad diferente para un día tan señalado, o los ecos de las bandas que comenzaban sus pasacalles, para llegar y confluir en una plaza de la Catedral engalanada para la ocasión por nuestros hermanos de Estudiantes.
La Agrupación Ntra. Sra. del Mar, llegó tocando la marcha “Coronación de la Macarena” de Braña y la Sociedad Filarmónia de Ntra. Sra. de la Oliva de Salteras hizo lo propio con marchas militares, bajando la calle Cervantes.
Puntualmente se abrieron las puertas del templo catedralicio para que el cortejo de la Hermandad pudiera emprender el camino de regreso a nuestra sede, tras una semana trasladada al primer templo de nuestra Diócesis, donde junto a toda Almería, celebrábamos los cultos extraordinarios por este Aniversario, dentro el paso de palio comenzaba las maniobras al son de la marcha “Consuelo”, para en apenas pasadas las siete de la tarde, ponerse en las calles de Almería tras una complicada maniobra, magistralmente dirigida por los capataces de nuestra Hermandad. El Himno de España y los aplausos de los asistentes, recibían a nuestra Madre, junto al sofocante calor de una tarde de mayo marcada sin duda por las altas temperaturas.
Así comenzaba el regreso triunfal a San Agustín en la tarde soñada por todos nosotros, la visita a las religiosas de las Puras en la calle Cervantes, calles del casco antiguo que no acostumbran a disfrutar de su presencia y qu estuvieron adornadas por las Hermandades de Estudiantes, Prendimiento y Santa Cena, y la Hermandad de Rosario del Mar recibía en calle Mariana a la Virgen del Consuelo con una petalá, que a los sones de "Saeta Cordobesa" llevó a la Virgen, para sorpresa de todos, hasta la misma puerta de las Claras, la que fue su casa durante el pasado verano.
Marchas tan inusuales como "Mi Esperanza", "Virgen de los Negritos" o "Macarena" del maestro Cebrián, acompañaban el alegre paso de una procesión que iba buscando las calles que nos vieron nacer hace ya vasi 76 años.
A sones de "La Soledad" de Pedro Morales llegaba el paso de palio a la puerta de Santiago, donde su párroco, D. Francisco Escámez y la Hermandad soleana nos recibían para dar la bienvenida a la Virgen, juntos rezamos también ante la imagen de la Virgen de los Dolores a la que ofrecimos un ramo de peonías.
Allí se despidieron las representaciones y el propio cortejo, para todos juntos, alrededor de la Santísima Virgen, subir hasta nuestra Parroquia. La procesión popular, a sones de "Virgen de la Estrella", "Madre tu Dulce Nombre" o "Amarguras" continuó ascendiendo por la Plaza Virgen del Consuelo y la Rambla Alfareros que recibían a su Reina engalanadas con flores de papel, hasta llegar a Jesús de Perceval, donde las muestras de cariño y devoción desataron los momentos más especiales de la procesión. Cohetes, petalás y vivas abrazados por un "Siempre Consuelo" pintado por el grupo joven sobre una bandera de España acompañaban el primr tramo de la calle. Todo a su alrededor eran miradas de alegría, cómplices en la emoción de una noche que estaba llegando a su fin, sucedió el último relevo de nuestras cuadrillas, los costaleros de su Hermandad que alternaban los pequeños ratos de llevar su paso con disfrutarla por las calles del barrio y así, junto a la compañía de sus devotos y vecinos, de las señoras que cada tarde rezan el rosario junto a ella, llegó la Reina de Alfareros a su Parroquia de San Agustín que la recibió con campanas al vuelo y un castillo de fuegos artificiales ofrecido por la Hermandad de la Reina de las Huertas.
"Como tú, ninguna" supuso el broche musical de la Oliva de Salteras y el mejor piropo que le pudimos dejar escrito, pero como acostumbramos, despedimos la noche cantando la letra que inevitablemente ronda nuestra mente cada vez que los hermanos del Silencio nos congregamos junto a la Virgen, Consuelo en silencio al pasar, y hasta aquí una noche que quedará para nuestro recuerdo siempre, como motor de nuestra Hermandad que ya camino de ser centenaria, nunca dejará de avanzar y crecer en amor y devoción a nuestros titulares.
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